La incorporación de la mujer en el mercado laboral representó un cambio en la estructura familiar tradicional: las mujeres realizaban una jornada de trabajo fuera de casa y no se quedaban en el hogar para cuidar de los hijos y de las personas mayores. Esta situación provocó la aparición de un nuevo perfil laboral: profesionales que cuidaran de las personas dependientes. En el siguiente post de Conversia contamos algunos problemas y riesgos laborales que pueden conllevar esta actividad a los profesionales del sector.
¿Qué tipo de problemas y riesgos implica trabajar con personas dependientes?
Ya sea por discapacidad o por la pérdida de autonomía y el deterioro de sus capacidades, una persona dependiente representa un “añadido” en el día a día de cualquier familia. Algunas veces implica simples cambios de rutinas, precedidos de delicados periodos de adaptación, pero otras veces representan verdaderos problemas de organización y de infraestructuras. Y en estos últimos casos es cuando se suele acabar recurriendo a cuidadores profesionales, ya sea en el propio hogar o en un centro especializado.
Habitualmente, nos preocupamos tanto por la salud de la persona dependiente que no tenemos en cuenta los problemas y riesgos laborales a los que están expuestos los cuidadores. A continuación, hacemos una recopilación de los más comunes.
Riesgos físicos
- Carga de pesos: ayudar a la persona dependiente o usuario a moverse y/o desplazarse implica que el cuidador cargue con su peso en distintos momentos: levantarse, cambiar de posición, empujar una silla de ruedas…
- Posturas forzadas: las mismas tareas anteriores pueden provocar que el cuidador realice posturas forzadas en las que la disposición del cuerpo o las articulaciones se desvían de su posición natural y pueden producir problemas en la espalda (lumbalgias, hernias discales…).
- Agresiones: a veces, hay personas dependientes que pueden presentar conductas agresivas hacia las personas que las atienden.
Riesgos psicosociales
- Exceso de trabajo: es común que el trabajador deba realizar varias tareas al mismo tiempo, ya sea en el hogar (limpieza, cocina…) como en un centro (cuidado de otras personas dependientes…).
- Desgaste emocional: a causa de la implicación con la problemática que presente el usuario o a la situación de presión y fatiga que supone el cuidar un determinado tipo de personas.
Riesgos biológicos
- Los cuidadores tienen riesgo de contraer enfermedades debido al trato con la persona dependiente, ya sea por contacto con fluidos biológicos, por vía aérea, por vía dérmica… Por este motivo es importante trabajar con elementos de protección (guantes, bata, mascarilla…) y estar al día de las vacunas.
A parte de los riesgos mencionados anteriormente, las personas cuidadoras de atención domiciliaria también pueden presentar otros riesgos relacionados con:
- La utilización de electrodomésticos y otros elementos del hogar como cuchillos, tijeras, escaleras…
- La falta de elementos que faciliten trabajar cómodamente como, por ejemplo, una ducha adaptada a las necesidades de la persona dependiente.
- Falta de concreción de las tareas a realizar.
- Agresión por parte de animales de compañía.
Descubre más problemas y riesgos laborales derivados de otras profesiones en este blog de Conversia.
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