A principios de 2012, el Gobierno Español aprobó la reforma laboral, un cambio normativo que suscitó mucha polémica debido a la reducción de las indemnizaciones en los casos de despido. Asimismo, la reforma también introducía que faltar justificadamente al trabajo entre 9 y 20 días discontinuos por enfermedad en un período de 2 meses fuera motivo de despido, hecho que generó disparidad de opiniones. En Conversia te contamos como ha afectado, a la práctica, la reforma laboral a las enfermedades profesionales.
Evolución de las enfermedades profesionales declaradas
Durante los siete primeros meses de 2017 se han declarado en España un total de 13.311 enfermedades laborales, lo que significa un ligero crecimiento de casi un 1% respecto al mismo periodo del año anterior. Estos datos, facilitados por el Observatorio de Contingencias Profesionales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, representan un incremento de casi un 30% respecto a julio de 2012, año en el que entró en vigor la reforma laboral. Por lo que se refiere a la media nacional de enfermedades profesionales declaradas en el último año, se sitúa en la cifra de 1 por cada 1.145 afiliados a la Seguridad Social.
Fuente: Observatorio de Contingencias Profesionales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social
Elaboración: Conversia
Las Comunidades Autónomas que registran más personas afectadas por enfermedades laborales durante el período enero-julio 2017 son la Comunidad Valenciana (2.098), País Vasco (2.008) y Cataluña (1.925). Por el contrario, Ceuta y Melilla (11), Extremadura (118) y Cantabria (198) son las que menos. Sin embargo, hay algunas comunidades que se sitúan por encima de la media española: Navarra (1 afectado por cada 225 afiliados a la Seguridad Social), La Rioja (1 por cada 316) y País Vasco (1 por cada 378). En este sentido, a la cola de la lista se sitúan las comunidades de Andalucía (1 por cada 4.352), Madrid (1 por cada 2.631) y Extremadura (1 por cada 2.628).
El comercio al por menor, el sector más perjudicado
Del total de enfermedades profesionales, el 48,5% causaron la baja del trabajador o trabajadora, mientras que el 51,5% no la causaron. Esto significa que, en relación con las mismas cifras de 2016, se ha producido un incremento del 2,7% en las primeras y una disminución del 0,7% en las segundas.
Referente a la causa de las enfermedades profesionales, el 83% del total son consecuencia de agentes físicos, es decir 8 de cada 10 son causadas por lesiones músculo esqueléticas, enfermedades de la columna vertebral y la espalda u osteopatías, entre otras, producidas por posturas forzadas y movimientos repetitivos en el trabajo. En segunda posición, y muy distanciada de la primera, se encuentran las enfermedades de la piel (5%) y en tercera los agentes biológicos (4,5%).
En el cómputo global de cifras, son los hombres quiénes sufren más este tipo de enfermedades (50,5%), a pesar de que la incidencia entre las mujeres trabajadores es mayor. Es decir, 44,6 de cada 100.000 trabajadoras sufren enfermedades profesionales, mientras que el índice de incidencia en hombres es menor (40,2 por cada 100.000). Por edades, los empleados entre 50 y 54 años son los más afectados, mientras que los menos perjudicados son aquellos entre los 20 y 24 años.
En relación con las actividades económicas, las que registran un mayor número de enfermedades profesionales son el Comercio al por menor, la Industria de la alimentación y los Servicios de edificios y actividades de jardinería. Por ocupaciones, los grupos Otro personal de limpieza, Operadores de instalaciones y maquinarias fijas y Peones de industrias manufactureras son las que concentran una mayor tasa de enfermedades profesionales declaradas.
Opiniones sindicales sobre las enfermedades profesionales
A pesar de que un aumento de las notificaciones de enfermedades profesionales podría parecer un dato negativo, muchos sectores opinan que se trata de un dato positivo: por un lado, las dolencias no se esconden y se notifican a la Seguridad Social; y, por otro, también indica que poco a poco hay una recuperación en el mercado laboral. En este sentido, un dato que ilustra estas teorías es que, en julio de 2006, la cifra de enfermedades profesionales declaradas durante los siete primeros meses del año era de 15.356, una cifra muy elevada respecto a la actual y que bajó en picado a partir del año siguiente, cuando explotó la crisis económica: en julio de 2007, la cifra se situó en 10.322, cayendo un 32,8%.
Pero no todos los datos son igual de esperanzadores. Según un informe consultado por Conversia, el sindicato UGT denuncia que, a pesar del aumento de las enfermedades profesionales declaradas, la notificación de enfermedades complejas y crónicas, como por ejemplo las respiratorias, el cáncer y aquellas producidas por agentes químicos, es muy baja en comparación a las estimaciones realizadas al respecto.
Por este motivo, la organización sindical considera que es de vital importancia realizar una mejora en las evaluaciones de riesgo de los puestos de trabajo, así como de los sistemas de prevención de riesgos laborales para poder detectar correctamente este tipo de enfermedades. Asimismo, UGT también ve necesario que se impulse un programa de formación en salud laboral a los profesionales de la sanidad española, así como una actualización bianual o trianual de la lista de enfermedades profesionales en España.
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