Cómo comentábamos en el blog de Conversia hace unas semanas, durante el primer semestre de 2017 los accidentes in itinere representaron el 13,5% del total de los accidentes laborales, porcentaje que se veía incrementado unos puntos cuando se hablaba de víctimas mortales, que representaron el 18,3% del total de personas que perdieron la vida. Pero ¿qué son exactamente los accidentes in itinere? ¿Cómo se pueden evitar? En este artículo, Conversia te da 10 consejos para prevenirlos.
¿Qué son los accidentes in itinere?
Los accidentes in itinere son aquellos accidentes laborales que se producen durante el desplazamiento de un empleado desde su casa a su puesto de trabajo y a la inversa. Por lo tanto, no se engloban dentro de esta categoría aquellos accidentes que se producen en los desplazamientos de un trabajador cuya actividad principal es la conducción durante su jornada laboral. Estos últimos se clasifican bajo la categoría de “en misión”.
Un accidente será considerado in itinere siempre que el domicilio del que sale el trabajador y al que regresa sea el habitual, así como el recorrido empleado y que el trayecto no se vea alargado ni interrumpido voluntariamente para hacer otra actividad.
Cabe destacar que los trabajadores que se dirijan a su lugar de trabajo andando también pueden tener un accidente in itinere. Sin embargo, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) el 92% de los trabajadores que sufre un accidente in itinere se desplaza a trabajar en turismo (58%), ciclomotor (22%) o motocicleta (12%). Es por este motivo, que en este artículo nos centraremos en dar consejos a los conductores.
Otro dato curioso es que, según datos publicados por la DGT, los trabajadores españoles sufren el doble de accidentes de tráfico en el trayecto de ida al trabajo, que en el de vuelta. Esto se produce porque en el trayecto de vuelta, los conductores suelen estar más relajados porque ya han completado su jornada laboral.
Conversia te da 10 consejos para evitar los accidentes in itinere
- Evitar distracciones
Cuando un conductor está al volante debe estar 100% atento a la carretera y no distraerse con nada más. Normalmente el trayecto de casa al trabajo y viceversa es monótono y aburrido ya que lo realizamos a diario en circunstancias parecidas: misma hora, misma ruta, mismos coches que nos cruzamos, misma emisora de radio… Todas estas condiciones pueden hacer que el conductor se relaje y no ponga toda su atención en la conducción, aprovechando el trayecto para enviar mensajes, realizar llamadas, manipular el GPS, comer o fumar, entre otras cosas.
- Conductor apto para conducir:
Cualquier conductor debe presentar un estado apropiado para estar al volante: descansado, despierto, sin haber ingerido alcohol ni drogas o medicamentos que puedan tener efectos secundarios y afectar a la conducción.
Las comidas copiosas, la falta de horas de sueño, no descansar las horas necesarias o realizar jornadas maratonianas y estresantes, pueden ser otros motivos por los que un conductor puede presentar un estado inapropiado para conducir.
- Vehículo a punto:
Es de vital importancia que el vehículo que conducimos haya pasado las revisiones periódicas, no solamente aquellas que realizamos antes de hacer un trayecto largo. En este sentido, es necesario que se revise periódicamente el estado de los neumáticos, el líquido de freno, la dirección, el nivel de aceite o la suspensión, así como el alumbrado e, incluso, los limpiaparabrisas.
- Utilizar los sistemas de seguridad:
En caso de conducir un coche se debe llevar bien abrochado el cinturón de seguridad, así como haber ajustado correctamente el reposacabezas, el asiento y los espejos retrovisores. Estos últimos también son de vital importancia en el caso de las motos, sin olvidar, por supuesto, la utilización del casco de seguridad.
- Utilizar la ruta adecuada
Conviene repasar las posibles rutas que existen desde casa hasta el trabajo, evitando pasar por puntos peligrosos o por carreteras con más tráfico. Si el conductor dispone de rutas alternativas para llegar a su puesto de trabajo conviene alternarlas para evitar la monotonía de circular siempre por la misma carretera y evitar el modo “piloto automático” que provoca que en algunas ocasiones el conductor no esté atento y no se fije en el trayecto que está realizando.
- Evitar prisas:
Se debe salir de casa con el tiempo suficiente para llegar al trabajo sin estrés, teniendo en cuenta que el tiempo se puede ver incrementado por cualquier tipo de incidencia en la carretera. Si se dispone del tiempo suficiente se evitarán maniobras bruscas y exceso de velocidad, reduciéndose las posibilidades de tener un accidente.
- No abusar del exceso de confianza:
Hay conductores que a veces toman riesgos innecesarios al volante por exceso de confianza, como por ejemplo realizar adelantamientos sin extremar las precauciones de seguridad por el simple hecho de que esta misma maniobra ya la ha realizado en repetidas ocasiones y nunca le ha pasado nada.
- Consultar el estado del tráfico y las condiciones climatológicas:
El tráfico y la meteorología pueden afectar las condiciones en las que se encuentran las carreteras: en días de lluvia o niebla suele haber más coches en las vías y también más atascos por mala visibilidad.
- Mantener la calma:
El estado de ánimo del conductor afecta a su manera de conducir. El estrés no es un buen amigo del conductor y una actitud positiva y relajada debe primar al volante.
- Formación y reciclaje:
Los conductores deben ir refrescando sus conocimientos y estar enterados de las últimas noticias relacionadas con la seguridad vial.
A pesar de que los accidentes in itinere son un problema que puede verse drásticamente reducido si los trabajadores toman consciencia y conducen de una forma más responsable, las administraciones públicas y las empresas también pueden poner en práctica una serie de medidas para intentar reducirlos. Descúbrelo próximamente en un nuevo post de Conversia.
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