El síndrome del trabajador quemado, denominado burnout en inglés, ya figura en la edición número 11 de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), categorizado dentro de los problemas asociados al empleo o al desempleo, ligado al estrés crónico en el trabajo. Te explicamos más sobre esta incorporación en este post de Conversia.
De los problemas relacionados con la dificultad en el control de la vida a los asociados al empleo o al desempleo
El burnout ya figura entre los problemas asociados al empleo o al desempleo de la 11ª edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que entrará en vigor en 2022. Según figura en la Clasificación, el burnout es un síndrome conceptualizado como resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo que no se ha manejado con éxito. Este se caracteriza por tres particularidades: sentimientos de falta de energía o agotamiento; aumento de la distancia mental con respecto al trabajo, así como sentimientos negativos o cínicos referentes al trabajo; y eficacia profesional reducida. El texto establece que el síndrome de desgaste ocupacional se refiere específicamente a los fenómenos en el contexto laboral y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida.
A pesar de que este trastorno ya figuraba en la anterior edición del catálogo (1990), este se encontraba en un epígrafe más inconcreto, dentro de los problemas relacionados con la dificultad en el control de la vida. Con este cambio, los expertos opinan que se dará más visibilidad a este tipo de dolencia. Además, al estar vinculado a un problema en el trabajo, facilitará la gestión de bajas e incapacidades.
Los trabajadores relacionados con la atención a las personas, los más afectados
El burnout o síndrome de desgaste emocional se asocia al estrés crónico en el trabajo y se caracteriza por una despersonalización de las tareas, un desgaste emocional y físico y un bajo rendimiento en el puesto laboral. En la actualidad, los expertos consideran que este síndrome afecta al 10% de los trabajadores, la mayoría de los cuales trabajan en sectores relacionados con la atención a las personas (médicos, enfermeras, cuidadores no profesionales o funcionarios de prisiones).
Entre los síntomas más comunes del burnout se encuentran el agotamiento emocional, el deterioro cognitivo y la despersonalización. Asimismo, también destacan el agotamiento, la percepción del trabajo como estresante y frustrante. Los trabajadores pueden volverse cínicos sobre sus condiciones de trabajo y con las personas con las que trabajan. Otros indicios de padecer burnout pueden ser de nivel físico, como dolores de cabeza y estómago o problemas intestinales. Finalmente, otra clara señal puede ser el aumento de la negatividad o la reducción del rendimiento de dicha persona, ya que puede tener problemas para concentrarse o para desarrollar su creatividad.
Conversia te proporciona cinco consejos para evitar el burnout
Según los expertos, el síndrome de desgaste emocional, categorizado dentro de los problemas asociados al empleo o al desempleo, es en si mismo un proceso que suele tardar entre cinco y ocho años en extenderse. Para tratar de impedir su desarrollo, en la siguiente infografía de Conversia te proporcionamos cinco consejos para prevenir el burnout:
Descubre más noticias sobre prevención de riesgos laborales en este blog de Conversia.
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