La banca se convierte en el sector que ha comunicado más operaciones sospechosas frente al Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales (SEPBLAC)
Las nuevas obligaciones impuestas por el reglamento de la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales obligan a la banca a solicitar a sus clientes el origen concreto de sus ingresos. Las entidades más aplicadas ya se pusieron a esa labor meses atrás, solicitando a sus clientes, mediante correspondencia, información adicional para cumplir con la nuevas exigencias de información de la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales.
Aunque cada entidad cuenta con distintas fórmulas para solicitar la información en sus cartas, todas ellas coincidían en la clara advertencia que hacían a sus clientes en caso de no recibir copia de los datos solicitados. Algunas entidades aseguraban que el no recibimiento de la documentación podría conllevar el bloqueo de sus cuentas, o incluso no poder garantizar la prestación de servicios de sus nóminas o los recibos de autónomos. Todo ello justificado por la entrada en vigor del nuevo Reglamento de la Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales.
Aunque algunos de sus clientes hayan solicitado asesoramiento jurídico, al considerar que el nivel de detalle de los datos requeridos podría vulnerar la Ley de Protección de Datos, la propia Ley de Prevención del Blanqueo de Capitales estipula distintos grados de aplicación en función del perfil de riesgo que presente cada cliente. De todos modos, las miles de comunicaciones recibidas ya han provocado diversas quejas entre los usuarios, como constatan en las asociaciones Adicae y Ausbanc. Estas han explicado a sus asociados que las entidades están legitimadas para pedir esa información, aunque estarán atentos para que no se excedan los límites legales.
La banca apunta que en 2013 aumentaron un 24,6% las comunicaciones sobre operaciones sospechosas que remitieron al Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales (SEPBLAC). En total, dicho organismo tramitó un 31,6% más que el ejercicio anterior, convirtiéndose en el sector que ha informado al SEPBLAC de más operaciones sospechosas.
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