Con Isabel Moreno, Assistant de Dirección Comercialde Conversia en las oficinas de El Prat, terminamos la ronda de entrevistas del Mes de la Mujer. Isabel forma parte de la compañía desde 2015 y, con su trabajo, se ha convertido en un pilar indispensable para much@s. Es una experta en hacer que la logística funcione y en dar soporte a las agendas del equipo comercial.
De tu entorno, ¿qué mujer es un referente para ti?
¡Qué pregunta más difícil de contestar! En mi vida, tanto en el pasado como en el presente, tengo muchos referentes, mujeres y hombres, que con sus experiencias y forma de vida me provocan una gran admiración. Pero si he de quedarme con una, me quedaría con mi yaya Teresa. Ella se vino de su pueblito en Córdoba a vivir a Barcelona, embarazada y con dos niños pequeños tras quedarse viuda siendo muy joven. Aquí fue una de las primeras mujeres en trabajar en una empresa de pinturas en la que sólo trabajaban hombres. Pionera en su empresa, ayudó, apoyo y motivó a otras mujeres a atreverse a introducirse en el mundo laboral. Ella creó un pequeño comité de empresa, logrando tener las mismas oportunidades laborales, tanto en horarios como en sueldos. Educó a mi tío, a mi madre y a mi tía de igual manera. Nunca permitió que las labores de casa las hicieran sólo las mujeres; algo que era una forma de vida en aquel entonces. Nunca había desigualdad por ser hombre o mujer en su casa. Cuando nos sentábamos todos en la mesa y las mujeres se levantaban, su frase era, “¿qué pasa niños? ¿que no tenéis manos?” Y así provocaba que todos nos levantáramos de la mesa. Ains, mi yaya, estoy segura de que, si siguiera entre nosotros desde que las mujeres por fin empezamos a ser algo valoradas, se hubiera sentido orgullosa de todas nosotras. Nos repetía a las nietas continuamente: vosotras tenéis que haceros valorar, somos todos iguales en derechos y en deberes, nadie es más que nadie.
¿Qué es para ti el feminismo? ¿Crees que es necesario?
El feminismo para mí es igualdad y respeto. Creo en la necesidad de que todos seamos valorados y tratados de la misma forma. No entiendo que por ser hombre o mujer tengamos que tener más o menos oportunidades de ser, hacer o decir lo que realmente sentimos y pensamos. Si el feminismo va dirigido a este respeto e igualdad, claro que es necesario, y añadiría que es urgente, muy urgente. Todavía existen culturas en las que la mujer no es más que un ser sin derecho ni a voz ni a voto. Soy de las personas que respetan que una mujer no quiera tener las mismas oportunidades, pero que no las quieran por convicción, no por obligación.
Si echamos la vista atrás, hemos avanzado mucho, pero nos queda mucho más que lograr. Tenemos un arduo camino por delante, pero vamos encaminados y en nuestras manos está que sigamos avanzando.
¿Cuáles crees que son las medidas que quedan por adoptar para llegar a la igualdad?
Creo que la concienciación y la educación es primordial. Y esto aun flaquea. Si los pequeños fueran educados en su entorno personal y en las escuelas con la ideología de la igualdad y bajo el respeto, estaríamos contribuyendo a dar un pasito más hacia el buen camino. Pero no, esto está lejos de ser una realidad. Para ello necesitamos que los adultos sepamos de esta necesidad y podamos transmitirla. Esto aun es un reto difícil de conseguir. En muchas ocasiones nosotros mismos, los adultos, nos ponemos barreras para que la igualdad no llegue, debido a nuestra educación o forma de vida. La costumbre de vivir de una determinada manera influye negativamente en esto y a veces deshacernos de nuestras costumbres no es fácil. Hemos de aprender a ser justos e imparciales con los demás.
En tu puesto de trabajo (rol), ¿has sentido alguna vez algún tipo de desigualdad por ser mujer?
Pues actualmente no, pero si lo sentí en el pasado. Hice prácticas en una empresa en la que mi responsable, mujer, no nos trataba de igual manera a los dos becarios. A mí me daba trabajos más fáciles, menos importantes para el comité de empresa, algo que me indignaba. Cuando le pregunté el por qué, me dijo claramente: “él es el hombre y puede llegar lejos en esta empresa, tú lo tendrás más complicado, además serías mi competencia”. No supo darme más explicaciones o no quiso, pero le contesté: si nosotras mismas nos ponemos barreras, no llegaremos a ningún lado. Esto provoca que menos mujeres podamos llegar donde nos propongamos por las barreras que nos ponen.
¿Cuál sería tu mensaje para las mujeres jóvenes que están empezando?
Mi mensaje sería ¡NO NI NÁ! Os explico. A todas las mujeres y hombres, jóvenes y no tan jóvenes, que tengo el placer de tener en mi vida, siempre les digo que son libres para estudiar o trabajar en lo que quieren pero que luchen por lo que desean. Y que no dejen que nadie les trate mal, que todos somos iguales y que deben mostrar su valía siempre. Cuando me dicen es que no puedo, yo siempre les respondo, NO NI NÁ. De todos es sabido mis raíces andaluzas y en mi entorno siempre que alguien ha dicho que no puede hacer algo se le ha dicho esa frase, que viene a ser un: ¡pues claro que puedes! Si concienciamos a los jóvenes en la igualdad y el respeto puede que el día de mañana logremos que haya más representación de mujeres en empresas, estamentos gubernamentales, en sedes sociales, es resumen, en el mundo.
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