Como cada viernes, durante este mes de marzo, os traemos una entrevista con alguna de las mujeres que forman parte del equipo del Conversia. Hoy tenemos la oportunidad de escuchar a Antonia Nicolau, Assistant de Dirección Comercial del equipo de Baleares, que lleva desde 2012 aportando su profesionalidad y experiencia al equipo.
De tu entorno, ¿qué mujer es un referente para ti?
En mí día a día tengo contacto con mujeres dignas de mención por su capacidad luchadora, de supervivencia y valentía; todas ellas son las que inspiran esa fuerza y ánimo para romper las barreras que nos ha impuesto la sociedad.
Si lo pienso detenidamente, por supuesto, mis hijas. Ahora mismo son un referente para mí. Fuertes y valientes, tienen claro adónde quieren llegar y también cómo y cuándo posicionarse. Me enorgullece ver que no solamente pueden volar, sino que saben despegar y aterrizar cuando las circunstancias lo requieren. En mi generación, esos valores fueron más limitados.
¿Qué es para ti el feminismo? ¿Crees que es necesario?
Si tiramos de la RAE, el feminismo se define como “el principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre como movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo”. Yo lo veo como el movimiento social, cultural, económico, que nos otorga importantísimos derechos para el desarrollo de una sociedad igualitaria y justa. El feminismo son ideas, denuncia y reivindicación, tanto individual como colectiva.
El feminismo es necesario, inevitable e indispensable; debe ser visibilizado para que todo el mundo entienda que no merecemos derechos especiales, merecemos los mismos derechos que los hombres. Es necesario fomentar y seguir defendiendo la igualdad. Para ello, no podemos dejar de implicarnos en su lucha diaria, en nuestro entorno y en lo que podamos. Aunque pensemos que los pequeños gestos son insignificantes, todo suma.
¿Cuáles crees que son las medidas que quedan por adoptar para llegar a la igualdad?
Aunque hemos avanzado mucho, en cuanto a las generaciones pasadas, todavía queda mucho por hacer y por lo que luchar. La base es la educación, si educamos de manera igualitaria en todos los ámbitos, cultural, laboral, económico, familiar… será más fácil llegar a esa unidad, pero, claro, es un trabajo que requiere tiempo y esfuerzo de todos.
Ahora mismo debemos seguir promoviendo condiciones laborales que eviten el acoso por razón de sexo. Socialmente debemos eliminar barreras mentales que impidan pensar que las mujeres somos iguales y capaces de mover el mundo de igual manera que los hombres. El empuje de la ley es fundamental para promover la igualdad. Que los países nórdicos vayan a la cabeza en todo el mundo no es casualidad.
Trabajar sin descanso por conseguir la igualdad de oportunidades y para que las mujeres estén representadas en igualdad en los espacios de decisión; tanto en política y organismos públicos como en la empresa privada. Que tengamos opciones de llegar a los más altos cargos. Recordar que la igualdad es el 50% y en nuestro país aún no ha habido una mujer como presidenta del Gobierno, ya toca, ¿no?
En tu puesto de trabajo, ¿has sentido alguna vez algún tipo de desigualdad por ser mujer?
Todas las mujeres en algún momento, o lugar de trabajo, hemos sentido esa desigualdad, ¿vosotras no? Actualmente, por suerte, la visión empresarial, sobre todo en las grandes empresas o en las que disponen de altos cargos femeninos, ha cambiado y lo sigue haciendo.
¿Cuál sería tu mensaje para las mujeres jóvenes que están empezando?
Trabajar la autoestima, comunicación, asertividad, la toma de decisiones y luchar a diario para conseguir sus metas. Son merecedoras de cualquier oportunidad que deseen y con esfuerzo llegarán a cualquier objetivo que se propongan. Nuestra genética nos ha hecho fuertes y luchadoras.
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